TUS JUICIOS SON VERDADEROS Y JUSTOS

Estudiar el libro de Apocalipsis notamos la actitud incorrecta de los hombres de escapar cuando enfrentan el juicio de la ira de Dios, (Apocalipsis 16:7) declara que los Juicios de Dios son verdaderos y justos, quiere decir que sus juicios como los grandes terremotos tan grande cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra, las plagas que convirtió todo el mar y las fuentes de las aguas en sangre, los ríos se hicieron amargas, enfermedades como ulceras malignas, proliferación de demonios para atormentar a los hombres por cinco meses, oscureciendo el sol como tela de cilicio y la luna se volvió toda como sangre, todos estos juicios son justos para los moradores de la tierras que no obedecen a Dios (Apocalipsis 16:6) declara que los hombres que hicieron lo malo se merecen tales juicios. Dios derrama su ira por culpa de los pecadores no arrepentidos.

La actitud incorrecta de los hombres de escapar de los juicios de la ira de Dios fue no arrepentirse (Apocalipsis 9:20-21) Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos. En vez de acercarse a Dios tomaron otro escape huyendo del sufrimiento del dolor las enfermedades y tormento. El Primer escape fallido fue esconderse del que estaba sentado en el trono y de la ira del cordero (Apocalipsis 6:15-16-17) El Segundo escape fallido fue buscar alivio en la muerte, pero la muerte huyo de ellos (Apocalipsis8:6) El Tercer escape fallido fue culpar a Dios por sus dolores (Apocalipsis 16:11) El cuarto escape fallido fue poner la fe en la religión que estableció el anticristo. 

Ahora la actitud correcta de escapar de la ira de Dios (Apocalipsis 7:13-14) Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.

SIN SANTIDAD NADIE VERA A DIOS